viernes, 6 de diciembre de 2013

En la noche


...y bajo el paraguas de la noche
deja que tus dudas se disuelvan y tus miedos huyan,
quítate tu máscara y tu armadura,
fúndete en un abrazo contigo mismo
y simplemente sueña.
Sueña con un mañana amable,
sueña que eres valiente,
sueña que sonríes sin darte cuenta,
sueña que la vida merece la pena,
sueña que tú mereces la pena.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Contrastes (Punto de inflexión)


He corrido por cumbres inalcanzables,
he navegado por mares llenos de monstruos,
he volado poderosa por cielos tormentosos
y he avanzado entre el fuego y el abismo.
Y yo, que he viajado por mil mundos sin moverme
y he andando días y años sin avistar ningún puerto,
me he tropezado con guijarros invisibles
y me he roto el alma con alas de mariposa.
Y mientras el mundo gira y yo me quedo inmóvil en mi sitio,
la fuerza del viento me trae a aquí y ahora,
el dolor me recuerda que estoy viva
y el cansancio me asegura que nunca he permanecido quieta.
E hincada de rodillas en el cielo,
levanto los ojos al suelo
y veo ante mí lo que parece un punto de inflexión,
…tan sólo un cambio de perspectiva pero no de dirección.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Sueños


Soñar todo lo que es mentira y soñar que la realidad es un sueño.
Y no saber si seguir soñando para sentirse viva o perseguir sueños imposibles mientras se escapa la vida.

Porque a menudo los sueños es lo más real que vivimos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

lunes, 28 de octubre de 2013


¿Cómo dormir si una vive dormida?
¿Cómo soñar si la realidad no deja?
Y sin embargo mi corazón late,
será que esto es vida.

lunes, 14 de octubre de 2013


...resquebrajar la creencia de ser un caballo de tiovivo, dar un paso fuera del círculo y galopar en libertad...

viernes, 11 de octubre de 2013

miércoles, 19 de junio de 2013

Compás de espera

A veces esperar es un acto de cobardía, el reflejo de una indecisión eternizada.
A veces esperar es una decisión valiente, una apuesta con los ojos vendados ante la incertidumbre.
…aunque parezca una apuesta perdida de antemano.
…aunque rabies por dentro por hacer algo más que esperar.
…aunque la espera sea tan larga que se diluya.
…aunque lo que llegue no sea lo que esperabas.
...aunque la incertidumbre parezca crecer ante tus ojos.
…aunque te entren ganas de levantarte y echar a andar.

A veces arriesgarse a parecer cobarde es lo más valiente que puedes hacer.

viernes, 3 de mayo de 2013

Temblando en calma


Todo está en calma. Todo está bien.
Por fin siento otra vez el sol en mi rostro.
Por fin camino otra vez por las calles.
Todo va bien. Pero tengo un nudo de miedo.
Todo sigue como siempre. Parece que nada ha cambiado.
Pero no puede ser, yo sé qué ya no es lo mismo,
Sé que tengo que negociar otra vez las reglas del juego.
Sé que tengo que aprender a desenvolverme de nuevo.
Porque yo no soy la misma, ya nunca podré serlo.
Ahora soy más fuerte. Ahora me sé más vulnerable.
He recompuesto mis pedazos rotos,
pero lo que forman no es exactamente lo que era.
Sé que estoy bien. Sé que puedo.
Sé que no hay peligro ahí donde lo veía.
Sé que volverán el oleaje y las zarandadas.
Ya no me preocupa volver a tener que levantarme.
Todo está en calma. Todo está bien.
Ahora soy más fuerte. Ahora me sé más vulnerable.
Sé que estoy bien. Sé que puedo.
Sólo querría que desapareciera este miedo.

El perdón


Hace ya un mes que escribí esta entrada y no me atreví a publicarla. Hoy me he decidido. Pienso que la base permanece, aunque algunas cosas son distintas o seguiría sin poder mostrárosla.
El perdón es algo muy extraño. Tiene tantas implicaciones y recovecos que no me gusta pensar en él. Prefiero avanzar a mi ritmo, sin poner nombre a lo que pienso o siento al respecto, y desde luego sin ponerme meta a la cual llegar. …pero a veces la palabra “perdón” salta delante de mí para que le haga caso.
Perdón, olvido, rencor, consecuencias, cicatrices… ¿Cómo voy a olvidar el daño más profundo que se me infligió? Es más, ¿cómo podría hacerme a mí misma algo así? Porque si lo olvido sería como si todo mi sufrimiento hubiese sido en vano, como si nunca hubiese pasado, como si mis heridas fuesen una debilidad mía y no consecuencia de sus actos… pero en cierto modo mis heridas son mías, mi proceso es mío y mi fortaleza ganada a costa de mil batallas estarán ahí aunque nadie más las vea. Pero olvidar… sería dejarlos a merced suya, sería dejar de estar a alerta… sería como si sus actos no tuvieran consecuencias… sería como darles la razón a los que dicen que no fue tan grave y a los que dicen que no tiene por qué volver a pasar…
¿Es eso guardar rencor? Supongo que sí, porque una parte de mí no deja de clamar al cielo que pague por lo que hizo, que no es justo que tenga nada bueno, que nada tiene que poder redimirle… Y aunque el resto de mí piense que ya pasó, que fue circunstancial, que ya pidió perdón… pese a eso, lo otro pesa demasiado.
Y pienso que tengo derecho a liberarme de la carga de no poder odiarle pero tampoco perdonarle, pero también pienso que tengo que liberarme de la obligación de perdonarle, que no tengo por qué compartir mi vida con él más que en lo indispensable, que las heridas fueron tan graves que su sombra todavía me persigue y si alguien me roza me siento morir…
Me gustaría poder culparle de todo lo malo que ha pasado en mi vida, de todas mis taras y mis corazas, de todas las limitaciones que yo misma me he puesto intentando sobrevivir… pero sé que eso tampoco es justo, que mis reacciones y mi forma de sobrevivir son sólo cosa mía, por mucho que el daño que ocasionó esa respuesta fuese cosa suya.
Y con tanto rencor en el alma no puedo avanzar. Porque no puedo perdonarme a mí misma el no perdonarle ni el ser débil. Porque no puedo perdonar a otros sin vincular en mi interior todos los daños y las ofensas. ….porque me empeño en ponerle nombre a lo que no lo tiene, me empeño en ponerle meta a un proceso largo e indefinido, me empeño en saber lo que “debe” ser, me empeño en querer sentir algo que no puedo o que al menos aún no puedo …me empeño en seguir aferrada a él y al pasado a través del daño en vez de centrarme en mí y en el futuro y en todo lo que merezco vivir.
Y no sé cómo hacerlo, no tengo ni idea de cómo hacerlo, sólo sé que ahora estoy aquí… aunque tampoco sea qué o cómo es aquí.

sábado, 23 de marzo de 2013

Sin darme cuenta


Quisiera elevarme del suelo y flotar sin más,
dejarme llevar por el viento sin importar certidumbres,
sin precisar caminos y sin apegos ni cargas.

Pero me pego al suelo, bajo el peso de lo incierto,
con los lastres de la impotencia y la indecisión,
dudando de todo por momentos,
en ocasiones temiéndolo todo.

Y me arrastro, me siento, me levanto y me tumbo,
y suelto amarras sin deshacer nudos,
y emprendo el vuelo sin alas y sin escoba,
y lloro mientras sonrío y río partida en mil pedazos,
y camino sin moverme y retrocedo avanzando,
y sin darme cuenta de cómo, vivo.




lunes, 18 de marzo de 2013

Saliendo a la luz



Es duro resucitar, es muy difícil.
Porque una no sabe,
lo que recuerda no sirve,
lo que sirve no sale automático,
lo que sentía sigue ahí y ya no vale,
lo que siente es tan real que parece fantasía.
Y apenas existen fuerzas,
los músculos están desentrenados,
los caminos están borrados,
las emociones están revueltas y entremezcladas.
Las cosas no son como eran,
y tal vez nunca lo fueron.
Así que una trata de construirse un nuevo mapa,
de aprender a andar sin mapas,
de pararse cuando está agotada
y decir: “No pasa nada, soy humana y me canso,
soy humana y no puedo funcionar siempre al máximo,
soy humana y ya no quiero ser perfecta
…ya ni siquiera quiero que me entiendas,
aunque me gustaría que me entendieras y me valoraras,
y si no puedes entenderme al menos no me critiques
que mi mente ya es experta en hacer eso”.
Y al fin sé que no lo necesito, ni tu aprobación ni mi crítica,
ni rieles en el camino ni claridad en lo que siento
ni en lo que soy ni en cómo vivo todo eso.
Ya aprendí que ser perfecta es no ser yo
y es depender de vuestra mirada y vivir sin centro.
Ya aprendí que nunca es tarde para cicatrizar heridas
ni para construir aquello que se me quitó desde el principio,
y que no es una tara ser diferente porque me robara la inocencia,
porque me envenenaran la confianza en vosotros y en mí.
Ya aprendí que anularme fue mi táctica para sobrevivir y que funcionó
…pero hoy ya no me sirve y decido dejarla atrás.
Ya aprendí que no es cierto que nada depende de mí,
pero no olvido que no todo depende de mí,
y lo que hoy sí que depende de mí es este paso vacilante
o este rato sentada recobrando fuerzas
o este salto con brío de tres escalones al precio de uno.
Y siento el sol y la lluvia, siempre fieles y hoy tan diferentes.
Y resucito a mis viejas yos junto con la nueva
y asomo a la luz con ese poso inmutable y constante,
con ese algo siempre diferente.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Un respiro


Quisiera saber por qué las nubes son blancas
y por qué dibujan historias en el cielo,
pero me basta verlas pasar para que se me olvide.
Quisiera saber por qué el viento a veces silba
y por qué a veces grita y gime de dolor,
pero me basta sentir su abrazo para borrar lo demás.
Quisiera saber lo que tu corazón calla,
lo que esconde su sonrisa y lo que ocultan vuestras lágrimas,
pero me bastan ese latido, esa sonrisa y esas lágrimas.
Quisiera saber por qué la tierra sigue girando,
desde cuándo brilla la luna y dónde viven las hadas,
pero me basta ver crecer a las flores y jugar a los dragones.

jueves, 7 de marzo de 2013

Echando a volar


Es extraño cuando te miras a los ojos
y te repites lo que tantas veces te has dicho
y hasta ahí todo es normal,
hasta que te das cuenta de que te lo estás creyendo,
que tu niña interior te mira con absoluta confianza,
que por fin has conseguido creer en ti.
Ya antes te había parecido intuir que ella se relajaba,
que parecía que quería hasta creerte
…pero tú no te atrevías a hacerte ilusiones,
tu sensatez te decía que era sólo un destello,
que ese espejismo se desmoronaría como tantos otros.
Pero hoy has vuelto a pararte y a mirarla
y ahí estaba ella tan tranquila, confiada,
sabedora de vuestros miedos y fantasmas,
consciente de lo mucho que podéis mejorar,
pero creyendo que eso no importa,
que lo importante es que tú estás ahí con ella
y que tú tienes recursos para cuidar de ambas
y que hasta eres capaz de lograr, sin más, vivir.
Es extraño repetirte las mismas frases,
insistirte en los mismos principios y creencias
y notar que algo ha cambiado,
ver que todo es lo mismo y sentirlo diferente.
Es extraño, pero hoy no te da miedo.

miércoles, 23 de enero de 2013

Simplemente perfecta


Tienes miedo, lo sé. Yo estoy aterrada.
Siento tu dolor tan hondo y tu soledad tan profundas
que no sé cómo pudiste sobrevivir.
Pero lo hiciste. A tu manera, con tus pequeños recursos,
con el alma hecha añicos, confiando en quien menos debías,
invisible para todos hasta para ti misma
y soñando una vida donde no eras diferente,
una vida donde eras otra y no una niña con una falsa infancia.
Sé que sientes que yo también te he fallado,
porque he vuelto a caer y no he podido levantarme.
Pero, mi Niña, aquí en el suelo, estoy cogiendo fuerzas,
juntando los pedazos de mi corazón y curando mi esperanza.
Me he agarrado a donde no debía para coger impulso,
me he aferrado a lo que no podía sanarme,
porque no sabías hacerlo de otro modo, mi Niña,
porque tu dolor era tan fuerte que junto con el mío era demasiado.
Te dije que ya no había peligro, pero olvidé que no me lo creía.
Te dije que podíamos confiar en los demás, y se me olvidó advertirte que ellos también son débiles.
Porque yo soy débil, mi Niña, y necesito bastones para poder andar de nuevo.
Y tengo fallos y dudas y miedos, pero tengo muchas más capacidades.
Porque a pesar de todo, puedo cuidar de ti y de mí,
puedo permitirnos reír y hasta amar, puedo enseñarnos a Vivir.
Porque al saberme débil e insegura soy fuerte, porque somos fuertes.
Y saldremos adelante, mi Niña,
mi corazón partido y tu alma destrozada.
No busques otra mano, aquí tienes la nuestra.
Porque yo, cariño, somos simplemente perfecta.

lunes, 21 de enero de 2013

A lo lejos, al alcance de tu mano


A veces piensas que no puedes más y al rendirte es cuando puedes con todo.
A veces decides pasar página y entonces miras tu propia historia y tu vida te vuelve a enganchar.
A veces volver a empezar es cambiarlo todo por completo.
A veces seguir igual es aceptar que nada es igual durante más de un segundo.
A veces te doblas en dos y cuando estás cayendo te agarras a lo que sea por no caer al suelo.
A veces tocas fondo y puedes coger impulso para volver a salir a la superficie.
A veces tocas fondo cuando aún no tienes fuerzas para coger ese impulso.

Y entonces descubres lo poco que puedes controlar y lo poco que realmente necesitas controlar.
Y entonces te das cuenta de lo frágil que eres.
Y que salirte de los esquemas no tiene por qué ser andar a la deriva.
Y que aunque estés herida a muerte sigues respirando y el sol sigue brillando.
Y que aunque ahora no puedas correr ni tenerte en pie, no has perdido esa capacidad.
Y que cuando crees que no tienes nada que perder, dejas de luchar y puedes ganarlo todo.
Y descubres que los que se saben débiles son realmente fuertes.
Y entonces, aunque no sepas cómo encajarlo, te das cuenta de lo fuerte que eres.

Y ves la luz ahí a lo lejos, al alcance de tu mano pero sin tener ni idea de cómo alcanzarla.